LIBROS QUE POR MUCHO QUE LO INTENTE, NO PUEDO TERMINAR

¿Alguna vez habéis empezado un libro y habéis sido incapaces de acabarlo?

Si la respuesta es afirmativa, ya tenemos algo en común: bienvenidos al Club De Los Que No Se Pueden Acabar Algún Que Otro Libro.

Un repaso a mi vida lectora…

Cuando de jovencita empecé a leer libros, nunca me planteé la posibilidad de dejar alguno a medias porque no me gustaba. La verdad es que me los tragaba todos y, sinceramente, no recuerdo haber dejado ninguno a un lado. Claro que ahora me he dado cuenta que eran historias extraordinarias: clásicos hoy de la literatura infantil y juvenil. Entre ellos puedo destacar "Jim Botón y Lucas el Maquinista", de Michael Ende; Dany, campeón del mundo de Roald Dahl; o Boy, también de Roald Dahl.

Tras la etapa juvenil, vino la etapa adolescente que transcurrió entre las paredes de mi instituto de secundaria, cuando aún se cursaba BUP y COU. Y allí fue la primera vez en la que dejé de leer un libro; ¿cuál? Ni más ni menos que "El Quijote" de Miguel de Cervantes. Lo siento mucho por mi profesor (Antonio Madrazo), pero no puedes obligar a leer una novela escrita en el siglo XVII, con lenguaje antiguo, a un alumno de 16 años que lo menos que tiene ganas es de leerse un libro como ese. Lo más irónico de todo es que el buen profesor también pretendía que leyéramos la segunda parte. ¿Resultado? El segundo lo leí en diagonal, una mañana muy temprano y antes de realizar el examen a primera hora de la mañana.

¿Puede alguien quedarse con la copla del argumento leyendo de este modo? A grandes rasgos, sí, un poco. Pero si el tema resulta totalmente no interesante, no queda nada grabado en el cerebro. Y ese es mi caso – no recuerdo ni media palabra de lo que leí. Y francamente, no tengo intención de volver a tenerlo entre mis manos nunca más. Casos así son a los que hace referencia Javier Traité en su libro "Historia Torcida de la Literatura"; y no le falta la razón.

Pasemos a la universidad y a la dichosa filología inglesa. ¿Libros sin terminar? Unos cuantos. ¿Por qué no gustaban? Porque no tenía tanto tiempo para leer un listado de diez libros o más en un semestre. ¿Y cómo lo solucionaba? Viendo las adaptaciones – es decir, las películas – de muchos de ellos. Eso sí, la poesía tenía que tragármela sí o sí, ni adaptaciones ni nada (y eso que no la soporto – imaginad en inglés; ¡una tortura!).

Y una vez finalizada la carrera, la lectura por placer; por fin. Nada de obligaciones, leer lo que quieres y que crees que te puede gustar. Pero no todo gusta y yo soy especialista en que los best-sellers – aquellos libros que más se venden y que gustan tanto a la gente – no me gusten. Y así, una larga lista:

• El Último Catón, de Matilde Asensi. Empecé a leerlo cuando me quedé embarazada de mi hija mayor. La niña tiene siete años y no lo he acabado jamás. ¿Por qué? Capítulos larguísimos que me agotan y me aburren.
• El Tiempo entre Costuras, de María Dueñas. Llevada en forma de serie a la televisión, gran best-seller, mismo problema: capítulos demasiado largos, lectura aburrida.
• Los Miserables, de Víctor Hugo. El sumum de la paja en literatura (juntamente con los rusos, obviamente). Yo que creía que el libro empezaba como la película y ni por asomo. Paja, paja y más paja antes no llegas a Jean Valjean (y aún no he llegado ni llegaré, J)
• El Maestro del Prado, de Javier Sierra. Empecé con interés pero al tercer o cuarto capítulo se me había acabado la paciencia. Lo siento.
• Una Vacante Imprevista, de J.K Rowling. La primera incursión de la autora de Harry Potter en el mundo de la literatura para adultos. Inicio muy interesante y trepidante, pero a la que empieza a presentar a todos los personajes del pueblo se torna pesado y más pesado. Aparcado.
• Tormento, de Benito Pérez Galdós. Lo empecé el año pasado. Lectura recomendada en bachillerato actualmente. Otro candidato a ser leído en diagonal por muchos de los estudiantes que tengan que leerlo obligatoriamente. Infumable.
• La Biblia de Barro, de Julia Navarro. Trama interesante pero que no acaba de engancharme. Ahí está desde hace tres años.

Y estos son los más destacados, aunque probablemente me dejo más de alguno en el tintero. Capítulos larguísimos y tramas con ritmos lentos. Y sintiéndolo mucho, yo soy más de acción, movimiento. Necesito que la historia me atrape. Y si no es así, no hay nada que hacer…