lunes, 26 de enero de 2015

Mi marido escritor y sus tres libros publicados

Uno de los post de esta semana se me ha ocurrido a raíz de la entrevista que le han hecho a mi marido en RNE (Radio 3) en el programa Hoy Empieza Todo. Y, obviamente, ahora os preguntaréis: ¿una entrevista en Radio Nacional? Pues sí.

Para aquellos que no leyeran mi primera entrada (Algo inevitable), ya hacía referencia al hecho de que estoy casada con un escritor. Un escritor que ya tiene tres libros publicados: dos de no ficción y una novela. Se trata de Javier Traité, a quien conocí en 2008 sin saber que al cabo de un año lo dejaría todo para lanzarme a sus brazos y construir una vida a su lado.

the book lover, javier traité
Y fue justamente al cabo de un año, a finales del 2009, cuando los editores de Ático de los Libros contactaron con él para proponerle escribir su primer libro de no ficción “Historia Torcida de la Literatura”. La propuesta venía a raíz de un blog sobre literatura que Javi tenía por aquel entonces; motivado principalmente por su trabajo como librero en una cooperativa de la provincia – donde nos conocimos. La verdad es que Javi siempre había jugado con la idea de ser publicado; yo misma le había leído un par de novelillas que había escrito en su tiempo libre pero que nadie, hasta entonces, le había querido publicar. Imaginad cuando llegó la propuesta de la editorial, estaba que no cabía de gozo – y por supuesto, yo también.


Vivir la vida junto a un escritor…

A los pocos meses nos fuimos a vivir juntos, y ahí es donde empezó la convivencia pura y dura con Javi, el escritor. Ambos teníamos trabajos fijos, y Javi estaba todo el día fuera de casa. Por lo que el único momento del día que tenía para escribir su encargo eran las noches. Después de cenar subía al piso de arriba y ahí escribía hasta las tantas de la noche. Y yo a dormir sola. Los domingos, para escribir. Salir a tomar algo con unos amigos significaba ir sola porque él tenía que escribir. Finalmente acabó, las ventas fueron relativamente bien y, en consecuencia, llegó el segundo encargo de Joan Eloi (su editor): Historia Torcida de España – todo 2011 y gran parte del 2012 (a dormir sola otra vez).

Las ventas mucho mejor que el anterior: ¡hasta tres ediciones! Y otro nuevo encargo, una novela: Los Papeles de la Troika. Y así íbamos construyendo nuestra vida en común: una boda, un embarazo, una mudanza y la llegada de Alba (nuestra hija pequeña) hace un año. Y con nosotros el mundo y la sociedad iban cambiando a cada paso de crisis que se daba. De tal manera que, cuando ya estaba llegando al final de Los Papeles de la Troika, se quedó encallado. La única solución que encontraron en la editorial fue encerrarlo ahí durante una semana. Y esa semana fue la más larga de mi vida: sola en casa con un bebé que no dormía por las noches y deseando que acabara de una vez esa pesadilla.
Por supuesto, la pesadilla se acabó y el libro salió publicado el 12 de noviembre del año pasado. Aquellos que lo leen, se divierten; y yo misma debo reafirmarme en ello: el esfuerzo valió la pena. Pero los escritores son cabezas pensantes, personas que buscan argumentos en todo para empezar a escribir de nuevo. Y por supuesto, Javi, ya tiene uno nuevo…

Os mantendré informados.

jueves, 22 de enero de 2015

Y ya que estamos con estrenos de película, hablemos sobre Cincuenta Sombras de Grey


the book lover - cincuenta sombras de grey
Y es que yo siempre he tenido un problema muy gordo con los best-sellers: no suelen gustarme, así de claro. Recuerdo haber empezado la trilogía de las Cincuenta sombras de Grey por el primer libro (como todo el mundo), y estar emocionada hasta el momento en que se desvela que el buen señor Christian Grey es el amo y Anastasia Steele su sumisa.

Me dio morbo, tengo que reconocerlo – un subidón extraño, que lamentablemente fue decayendo a medida que la historia avanzaba y se tornaba cada vez más ilegible. Un estilo totalmente infantil que sonaba más a novela para adolescentes quinceañeras que a una trilogía erótica para mujeres de más de treinta.

Y es que hay que buscar en los orígenes de esta publicación para entender unas cuantas cosas acerca de ella.

La trilogía de Cincuenta Sombras de Grey es una fanfiction de Crepúsculo

the book lover - crepúsculo
Sí, sí, tal y como lo podéis leer. Su autora era tan fan de las novelas de Crepúsculo que se montó toda una película ella sola y decidió empezar a escribir una historia para mujeres de más de treinta. Ahora bien, qué clase de historia, porque aquí resulta que el papel que da a la mujer es de sumisa total al hombre (su amo). Y aunque en un principio la chica se quiere revelar contra ello, la idea le gusta tanto que acaba por sucumbir.

¿Y eso puede gustar? Pues se ve que sí porque ha vendido más ejemplares que todos los libros de la serie de Harry Potter (y ya es decir). El porno para mamás de más de treinta ha calado tanto que, por supuesto, tendrá su secuela en la gran pantalla. Primero se hablaban de grandes nombres de actores que pudieran dar vida a los personajes principales (tengo que confesar que yo les puse, mientras leía, las caras de Christian Bale y Anne Hathaway), después empezó alguno pero plegó a medio camino, y ahora no sé ni quien va a interpretarlos.

Sinceramente, tampoco me interesa; como tampoco me interesaron los dos libros que le siguen. Con un rato de literatura basura me doy por satisfecha. Eso sí, la peli la voy a ver solo por la curiosidad de observar qué caray han hecho con la trama y qué guion habrá surgido de ella.

Ya me contaréis…

miércoles, 14 de enero de 2015

Tengo que reconocerlo: soy fan de los libros digitales


the book lover, libro digital
Muchos os preguntaréis cómo es posible que alguien que se ha dedicado a la venta de libros (en papel, la tradicional), pueda hacer tal afirmación. Solo tiene una explicación: lo tecnológico y yo somos uno. Vamos a la par, inseparables una del otro. Todos los chismes tecnológicos que os podáis imaginar, están en mi casa. Y aquellos que aún no están es por qué no los he descubierto…

Y algo tan molón como un libro digital no podía pasar desapercibido. Mucho se debatió cuando salieron al mercado – que si acabaría con el mercado editorial tradicional, que no podrían convivir los dos a la misma vez, y otras muchas cosas. La realidad, sin embargo, es que ahí siguen ambos. De librerías hay las que había e incluso han abierto de nuevas (aunque las ventas no hayan acompañado mucho en estos últimos años), y de mercado de libro digital (pirata), todo el que quieras y más. Porque desengañémonos, en este país todo lo que buscamos por Internet y que queremos hacer nuestro lo queremos gratis. ¿Pagar? ¿Para qué? Qué poco nos fiamos en este país de las transacciones electrónicas…

En fin, que al principio del libro digital rechisté un poco, probablemente por miedo a verme en la calle. Sin embargo, era la época en la cual aún creía en lo que hacía y en la empresa donde trabajaba. Después, me dio exactamente igual y uno de mis regalos de reyes (no de este año) fue un libro electrónico de la marca bq.

Los primeros libros electrónicos a los que tuve acceso fueron de la casa Airis – eran los que vendíamos en la tienda donde trabajaba y uno de los más vendidos en su primera campaña de navidad. Por cierto, carísimos y se estropeaban (la mayoría) al mes de su uso… Luego, el mercado ha ido evolucionando como en casi todo y han salido más modelos que son mucho más económicos y con más prestaciones: KindleTagus; Wolder, y otras marcas entre ellos.

Y con el boom de las tabletas e ipads, nuevos métodos de e-reader. La verdad es que desde que tengo el Ipad ya no he usado más el e-reader. Ahora el que lo usa es mi marido, que en su día también renegó ampliamente sobre ellos… Pero los tiempos y las cosas cambian, y queramos o no, acabamos aceptándolos y usándolos.

Motivos por los que usar un libro digital

the book lover, libro digital
Principalmente porqué es muy práctico - ¿por qué acarrear tantos libros en tu maleta o bolso cuando puedes llevar un montón dentro de tu e-reader o tableta? Además la tableta te da la ventaja de poder darle otros usos, no solo el de la lectura, y es por eso que se convierte en un auténtico centro lúdico. ¿Para qué ver en la tele programas basura cuando en tu tableta llevas lo que más te gusta?

Otro de los motivos – aunque solo para algunos – es que los libros electrónicos son mucho más económicos que los editados en papel. Y es normal: el papel es caro y hay que pagarlo. El libro electrónico es un archivo .epub que se descarga limpiamente dentro de tu dispositivo. El peligro, y totalmente real, es que las descargas piratas y gratuitas van que abundan y, lamentablemente, el que sale perdiendo es el autor a quien no se le está pagando por sus derechos.

¿Pero cómo solucionar un problema de tal magnitud? Sinceramente creo que por muchas prohibiciones que se impongan, y por mucho que las leyes se endurezcan, esto es imparable. Los humanos nos caracterizamos por ser animales que cuanto más nos prohíben, más nos rebelamos; y todo lo que sea ilegal, nos apasiona.


 

Así que, queridos, intentemos que ambos mercados hagan su camino: los nostálgicos del papel siempre podrán tener un libro entre las manos; y aquellos que amamos lo digital, siempre tendremos más descargas por buscar.

¿Estáis de acuerdo conmigo?

sábado, 10 de enero de 2015

Jane Austen y mi filología inglesa


the book lover jane austen
Muchas veces aún me pregunto cómo llegué a la filología inglesa si mi objetivo principal era estudiar periodismo. La respuesta se halla en el verano de mi renovación académica – tenía solo 16 años.

Salir de un colegio de monjas con 14 años y entrar en un instituto público no fue tarea fácil para mí. Acostumbrada a un sistema de aprendizaje de escuela privada concertada durante tanto años, al llegar a la enseñanza pública me di totalmente de bruces. El primer trimestre en primero de BUP (sí, yo hice BUP…) lo acabé con ocho suspensos. Incluso el psicólogo del instituto me llamó a su consulta para saber qué es lo que me estaba ocurriendo. La verdad es que la experiencia de esa sesión fue tan traumática, que nunca jamás he querido enfrentarme a ningún otro psicólogo.

Por suerte, ese curso lo acabé con solo una asignatura suspendida (matemáticas, por supuesto), y de allí ya pasé a segundo. Las ciencias, una vez más, se volvían a interponer en mi camino. Cuatro asignaturas suspendidas a final de curso (entre ellas, inglés) y lo que me tocaba era estudiar durante el verano, pero no yo sola, en una academia especializada.

Allí aprendí inglés de verdad, de la mano del mejor profesor que he tenido (Jose, se llamaba). Y mientras aprendía inglés, también repasaba física y química, y mates. Pero llegué a los exámenes de septiembre y lo único que aprobé fue el inglés. Me quedaban tres: mates de primero, mates de segundo y física y química. Tocaba repetir curso.

Lo repetí y todo fue mucho mejor. Lo aprobé todo y pasé a tercero de BUP – nunca más iba a codearme con las ciencias. Lo mío eran las letras: el catalán, el castellano, el inglés, el francés, el latín, el griego. Estaba hecha para la redacción, para las humanidades, y el inglés ahora sí me iba de maravilla. Empecé a dar mis primeros pinitos en la enseñanza dando clases a uno de mis compañeros de COU.

Llegó la selectividad, saqué una media de 6,4 pero no me servía para entrar en periodismo (7,2) – así que me lancé a la filología inglesa con la intención de pasarme a periodismo en el segundo ciclo. No fue así. Me topé con la lengua inglesa y ahí me quedé, mientras me enseñaban y estudiaba toda la literatura de los grandes clásicos ingleses y americanos, y me peleaba por aprender a decir algo que sonara bien en alemán.

Y te vuelves tan friki que ocurren estas cosas…


the book lover jane austen
Y ahora que he empezado a dar a mi licenciatura un uso profesional a través de la redacción de textos y la traducción, me ocurren cosas como las que figuran en la foto de aquí al lado: ser tan friki del inglés que tu propio marido te regale un anillo personalizado en el que se incluye una de las mayores frases universales de la literatura inglesa – "It is a truth universally acknowledged…"

Esta frase pertenece al libro Orgullo y prejuicio (Pride and Prejudice), de la célebre (mi célebre) Jane Austen.

Empecé a leer sus libros, prestados de la biblioteca, cuando iba al instituto; y supongo que mi elección por la filología inglesa tuvo que ver en parte (aunque fuera inconscientemente) con ella. He leído todas sus novelas – tanto en las versiones inglesas como las españolas; y he visto la mayoría de adaptaciones que se han llevado a la gran pantalla (ya sea cine o televisión). Además de leer ensayos sobre sus novelas y su biografía, Jane Austen: A Life, de Claire Tomalin, publicado por la editorial Circe en español.

Hoy por hoy puedo afirmar que me conozco al dedillo cada una de ellas y no sabría muy bien a quien considerar mi preferida; aunque tendría mucho por discutir si me quedo con Sentido Y Sensibilidad u Orgullo y Prejuicio.

¿Y vosotros? ¿Alguna predilección?

domingo, 4 de enero de 2015

Tus Zonas Erróneas, de Wayne W. Dyer


the book lover, tus zonas erroneas
Hasta el año 2000 nunca antes había tenido experiencia alguna con un libro de autoayuda. Mi ex-suegro, muy fan del "coaching" y de todo aquello relacionado con el entrenamiento personal, me hizo leer "¿Quién se ha llevado mi queso?, libro sobre el cual hablaré en otro post.

Quizás, lo que yo no entendía (¿qué es lo que puede ver una chica de 20 años tontamente enamorada de su novio de 22?), eran ciertas cosas de las cuales me di cuenta cuando ya era muy tarde, con 30 años y una hija de año y medio. Pero bueno…

En fin, que el siguiente consejo de lectura de autoayuda que recibí por su parte fue el del libro de Wayne W. DyerTus Zonas Erróneas. Debo decir que en ese momento no lo leí con la suficiente atención que merecía. Y ahora, después de unos cuantos años de haberlo leído por primera vez, lo he vuelto a tener entre las manos (y mira que no soy de repetir la lectura de libros, lo odio).

Dyer y las perlas de aceite de onagra


Tal y como comenté en mi anterior post, hace ya más de un año dejé mi trabajo en la librería para dedicarme a otra vida radicalmente distinta: cuidar a un bebé y empezar un proyecto freelance desde mi propia casa. Mi marido también trabaja en casa y, muchas veces, estar juntos todo el día batallando con un bebé de meses puede hacer enloquecer a cualquiera.

Los pensamientos negativos inundaban mi cerebro; debía hacer algo: visitar a un psicólogo, largarme de casa o intentar mantener la calma desde mi propio puesto de mando. Y opté por esta última opción – recordé el libro de Dyer, y sobre él me tiré como una desesperada.

Solo el subtítulo del libro ya me inspiraba esperanza: "Guía para combatir las causas de la infelicidad" – ¡ese era mi objetivo! La sinopsis del libro era mi vivo reflejo: "¿Tienes a veces la sensación de estar desbordado por la existencia? ¿Paralizado por compromisos -afectivos, laborales...- que ya no te satisfacen? ¿Dominado por complejos de culpa o inseguridad? No proyectes tu insatisfacción en otros, la causa está en ti, en las zonas erróneas de tu personalidad, que te bloquean e impiden que te realices. Esta obra, quizá la más leída y respetada de toda la literatura de autoayuda, muestra dónde se encuentran, qué significan y cómo superarlas. Todo ello contado con la amenidad y sencillez de quien sabe que puede cooperar en la mejora de la vida de los otros. Saborea este libro y no te niegues la posibilidad de ser un poco mejor y mucho más feliz."

"No proyectes tu insatisfacción en otros" – ahí estaba: nadie era culpable de nada, todo se encontraba e iniciaba en mi propio cerebro. Cambiar el chip, ver las cosas de otro modo y tomar perlas de aceite de onagra – locura transitoria mezclada con la alteración de mis revolucionadas hormonas.

the book lover, tus zonas erroneas
La pregunta es si he mejorado… Alguien me dijo (ella ya sabe quién es), que las perlas actuarían como placebo en mi cerebro. Es posible pero, desde entonces, todo ha mejorado considerablemente y este proyecto de blog es buena prueba de ello. Puede parecer estúpido pero, por si hay alguien que aún no cree en los libros de autoayuda, está totalmente equivocado. Funcionan (si quieres que funcionen,J) en las situaciones en las que es obligatorio que funcionen…

sábado, 3 de enero de 2015

Algo inevitable...

Cuando te inicias en el mundo de la literatura, es difícil dejarlo atrás por mucho que lo intentes...

Y esto es precisamente lo que me ha ocurrido a mi en este último año. Porque me dedicaba al negocio del libro; sí, ese tan castigado por aquello a lo que llamamos "crisis".


Empecé a ejercer de librera allá por el 2005, "cuando aún vivíamos todos en la abundancia y por encima de nuestras posibilidades". Me chupé campañas de libros de texto como nadie, navidades, sant jordis... En fin, todo lo que un buen librero debe soportar para sobrevivir en este mundo. Pero en 2007 todo empezó a torcerse:

  • Recortes en la empresa
  • Bajadas de sueldo
  • Editoriales y distribuidores cerrando
  • Y!! la aparición del libro en el mundo digital (el llamado e-book) para acabar de rematarlo todo. 

Y durante todo ese tiempo, la construcción personal de una familia a mi manera, con dos maridos (uno de ellos escritor) y dos hijas (una de cada uno). Y, probablemente, hubiera seguido chupándome más campañas si mi paciencia con la empresa hubiera sido más profunda.

Una nueva vida

Pero tiré la toalla hace ya más de un año. Embarazo, niña y a empezar de cero dejando un trabajo bien fijo. Muchos me habrán tachado de loca, pero las grandes aventuras empiezan con este tipo de riesgos y, ahí estoy, intentando vencerlos uno a uno.

Ahora me dedico al mundo del marketing online - todo eso del SEO y esas cosas que se llevan ahora por internet. Y a traducir, que para algo me saqué la carrera de Filología Inglesa en su día. Y aunque ya no me queda mucho tiempo por leer a consecuencia de este trabajo freelance y de una hija pequeña conalta demanda afectiva, tengo el firme propósito de obligarme a leer - a seguir leyendo - y a escribir reseñas de lo que leo para seguir recomendando a mis lectores/clientes todo aquello que me he gustado, me gusta o me gustará del mundo de la literatura (ya sea de ficción o de no ficción).




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